Las proteínas integrales son aquellas que forman parte de la mambrana de manera permanente. Se dividen en tres grupos: las transmembrana, las integradas en una monocapa y las unidas covalentemente a moléculas que forman parte de la membrana.
Las proteínas transmembrana poseen tres dominios en sus secuencias de aminoácidos: uno extracelular, uno intracelular y otro en el interior en la propia membrana. Poseen secuencias de aminoácidos con radicales hidrofóbicos que se sitúan entre las cadenas de ácidos grasos de los lípidos de la membrana, mientras que los dominios intra y extracelular poseen secuencias de aminoácidos con radicales hidrofílicos. Estas proteínas son mayoritariamente producidas en el retículo endoplasmático y repartidas por otras membranas de la célula principalmente mediante el tráfico vesicular, como veremos en capítulos posteriores.
Existen proteínas transmembrana cuya cadena de aminoácidos cruza una sola vez la membrana mientras que otras pueden hacerlo hasta 7 veces. Muchas proteínas transmembrana realizan su función cuando se asocian con otros polipéptidos también integrales para formar estructuras oligoméricas (más de un elemento). Las funciones son muy variadas, pero destacan la adhesión llevadas a cabo por las integrinas, cadherinas, selectinas y otras, formación de bombas transportadoras de iones, transportadores de moléculas como la glucosa y canales iónicos que generan ATP como la ATPasa de las mitocondrias y los cloroplastos, otras pueden afectar al potencial de membranas como los canales calcio, sodio o potasio. Algunas son receptores de señales como los que reconocen los factores se crecimiento, neurotransmisores, hormonas y otros. Su organización en dominios extracelular e intracelular permite una comunicación entre ambos de la membrana, lo cual hace que una información extracelular, por ejemplo una hormona reconocida por el dominio extracelular, provoque un cambio conformacional en el dominio intracelular y esto desencadene una cascada de señales intracelulares que alteren la fisiología celular, incluso la expresión génica.
Proteínas periféricas
Esquematizan de las principales formas de proteínas periféricas: aquellas asociadas a la superficie de la membrana y aquellas que se encuentran parcialmente integradas. De izquierda a derecha: proteínas que tienen una parte de su secuencia de aminoácidos inserta en una de las monocapas de la membrana, proteínas que están unidas covalentemente a azúcares de los glucolípidos, proteínas que tienen ácidos grasos unidos covalente, lo que les permite insertarse en la zona hidrófoba de la membrana. proteínas que interactúan eléctricamente con las cabezas de los lípidos; y proteínas que interactúan con los dominios extramembrana de proteínas transmembrana.
Hay proteínas que forman parte de la membrana pero que no son transmembrana. Son aquellas que poseen parte de su secuencia de aminoácidos integrada entre los lípidos de una de las monocapas de la membrana, y por tanto tienen un dominio extramembranoso que puede ser citosólico o extracelular, según en que monocapa de la membrana estén integradas. Un segundo tipo de proteínas integrales son aquellas que se encuentran ancladas por enlaces covalentes a moléculas de la membrana, como puede ser un ácido graso. En este caso toda la secuencia de aminoácidos es extramembranosa, pudiendo ser citosólica o extracelular. En este tipo podemos también incluir a las proteínas que están unidas covalentemente a los glúcidos de los lípidos. A las proteínas que no son transmembrana se les puede llamar también periféricas puesto que sólo están relacionadas con una monocapa. Las proteínas periféricas Incluyen también a las proteínas asociadas.
Proteínas estructurales.
La matriz
extracelular está formada principalmente por proteínas, glicosaminoglicanos,
proteoglicanos y glicoproteínas, organizados en entramados diversos que
constituyen las diferentes matrices extracelulares de los distintos tejidos.
Las proteínas más abundantes son el colágeno y la elastina.
Colágeno
Se denomina
colágeno a una familia de proteínas muy abundante en los animales, pudiendo
representar del 25 al 30 % de todas las proteínas corporales. Tradicionalmente
se ha usado el colágeno para fabricar pegamentos y colas, de ahí su nombre. En
los vertebrados hay más de 40 genes que sintetizan unas cadenas de aminoácidos
denominadas cadenas alfa, las cuales se asocian de tres en tres para formar
hasta 28 tipos de moléculas de colágeno diferentes. Su principal misión es
crear un armazón que hace de sostén a los tejidos y que resiste las fuerzas de
tensión mecánica. Actúa como las barras de acero que refuerzan el hormigón en
los edificios. La organización de las moléculas de colágeno en estructuras
macromoleculares tridimensionales es variada, pudiendo formar haces, matrices,
etcétera. Las células se "agarran" a las moléculas de colágeno
mediante diversas proteínas de adhesión como las integrinas, inmunoglobulinas,
anexinas, etcétera.
Las moléculas de
colágeno se caracterizan por:
v Una composición poco frecuente de aminoácidos.
En las moléculas de colágeno abunda el aminoácido glicina, que es muy común, y
otros menos comunes como la prolina e hidroxiprolina. La glicina se repite cada
3 aminoácidos (...-Gly - x - y - Gly - x - y -...), donde x e y suelen ser
prolina e hidroxiprolina, respectivamente. Esta secuencia repetida de glicina
es la que permite la disposición en hélice levógira de las cadenas α, debido al
pequeño tamaño de este aminoácido.
·
Fibras de
colágeno Fibras de colágeno en la matriz extracelular del tubo digestivo.
Microscopía electrónica de barrido.
·
Fibras de
colágeno Fibras de colágeno en la matriz extracelular del tubo digestivo.
Microscopía electrónica de trasnmisión.
v Pueden organizarse formando fibras, mallas o
especializarse en formar uniones entre moléculas. Todo ello depende de la
composición química de sus subunidades α y de los tipos de subunidades que lo
formen.
El colágeno se
sintetiza principalmente por fibroblastos, miofibroblastos, osteoblastos y
condrocitos. Algunas moléculas de colágeno son también sintetizadas por otros
tipos celulares tales como las epiteliales.
ElastinaFibras de elastina
Fibras de
elastina del tejido conectivo
Es una proteína
abundante en muchas matrices extracelulares y aparece como un componente de las
denominadas fibras elásticas, las cuales son agregados insolubles de proteínas.
Al contrario que las fibras de colágeno, las fibras elásticas tienen la
capacidad de estirarse en respuesta a las tensiones mecánicas y de contraerse
para recuperar su longitud inicial en reposo. La elasticidad de nuestros
tejidos depende de las fibras elásticas. Se encuentran sobre todo en la dermis,
en las paredes de las arterias, en el cartílago elástico y en el tejido conectivo
de los pulmones. Además de la elastina, que representa el 90 %, las fibras
elásticas están formadas por las denominadas microfibrillas de fibrilina y por
otras glicoproteínas y proteoglicanos en menor proporción. Otras funciones de
las fibras elásticas son aportar sostén a los tejidos o regular la actividad de
los factores de crecimiento TGF-β mediado por la fibrilina.
La elastina posee
una larga cadena de aminoácidos en la que hay numerosas secuencias con
aminoácidos hidrófobos, separadas por otras secuencias que contienen parejas de
glicinas y otros aminoácidos pequeños como la lisina. Esta composición de
aminoácidos es la que confiere las propiedades elásticas, puesto que los
aminoácidos hidrófobos permiten la disposición en estructuras arrolladas y la lisina
la formación de α-hélices. Los aminoácidos no hidrófobos son los puntos donde
se enlanzan dos moléculas de elastina próximas. La elastina parece ser una
invención de los vertebrados, puesto que no se ha encontrado en invertebrados.
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